Posiblemente nunca un premio haya sido tan merecido ni estado tan justificado como el que la Academia Vasca de Gastronomía ha otorgado esta semana pasada al chef asturiano afincado en Estados Unidos José Andrés por ser «el mejor ejemplo de cocineros que trabajan de forma altruista por un mundo mejor». No solo porque es el creador de un imperio culinario en Estados Unidos, con más de 2.000 empleados de una veintena de restaurantes, entre ellos el Jaleo, el primer bar de tapas que hubo en Washington. Tampoco solo por la calidad de los platos y las exquisiteces que prepara. Sino, sobre todo, por su afán y su empeño en que todo el mundo coma, lo que le ha llevado a impulsar un comedor social que alimenta a miles de personas en zonas pobres de la capital norteamericana, a fundar en 2010 la oenegé WCK para responder a la escasez de alimentos en Haití provocada por el terremoto que devastó la isla, a llevar sus cazuelas a la frontera de Polonia con Ucrania para servir su comida a los refugiados que huyen de las bombas rusas... En definitiva, porque si la misión fundamental de un cocinero es dar de comer a la gente, José Andrés es un auténtico crack. Sí, un galardón muy merecido y muy justo.
Un premio al mejor cocinero - Diari de Tarragona
Read More
No comments:
Post a Comment