Las señas de identidad de Claudio Martínez son las ganas de aprender, la honestidad, mantener la ilusión y la búsqueda de la verdad en la cocina. Tiene una amabilidad natural que regala a quien le escucha y un entusiasmo y una pasión que ha derramado por San Sebastián, Madrid, Hamburgo, Jamaica, Valladolid y está dispuesto a seguir derramándola a los lugares donde le llamen.
Como bien ha dicho Ferrán Adriá la comida es la red social más importante. ¿Por qué hay millones de recetas sin con 20 estaríamos bien alimentados? Claro que comer es más que eso. Cocinar para Claudio Martínez es contar una historia. Explora la cocina como un poeta explora la lengua con el valor añadido de personas, lugares y circunstancias.
La cocina es el lugar idóneo para examinar el mundo con ojo crítico e imaginar platos utópicos. Somos lo que comemos. Claudio Martínez se ha ganado la vida y se la gana trabajando en cocinas del mundo donde tiene que poner todo su saber para poner en marcha ideas con encanto y profesionalidad para que todo el equipo sea capaz de remar en la misma dirección.
La verdad en la cocina existe, solo hay que comerla. Por eso es imprescindible cuando un cocinero se pone el traje de faena derribar fronteras, curiosear, explorar los límites manteniendo los principios del respeto al entorno y los animales y personas que lo pueblan.
El éxito, lo sabe muy bien Claudio Martínez esta en la excelencia. No hay otro secreto. Combinar todos los elementos de la cocina es un arte. La clave es la armonía. Muchas cosas que pone en marcha las aprendió de uno de sus profesores en la escuela de cocina José Antonio Guerrero. Pasión es la palabra que se le quedó grabada y la más importante que tiene que manejar un cocinero.
En estos tiempos convulsos, un cocinero como Claudio Martínez es una lección de esperanza, de coraje, de saber integrarse en un equipo y creer en unos valores de tolerancia y respeto al otro. Hombres y mujeres con diferentes educación, religión y cultura que tiene que convivir en espacios pequeños y con mucho estrés supone tener una capacidad de empatía diamantina.
La vida, ya se sabe, no consiste en encontrarte a ti mismo, consiste en crearte a ti mismo. Claudio Martínez se crea día a día asesorando a restaurante y a profesionales. La clave, lo sabe, es estar al día. Y él está al día y se quiere comer el mundo.
Claudio Martínez, cocinero - Tribuna Valladolid
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